Una de las novedades de Panini Cómics España es el número 3 de Pantera negra, de la serie de Ta Nehisi Coates, que se inició con Daniel Acuña Perez en el nº 1. En el el nº 2 la ilustración corrió a cargo de Kevin Walker, y en este nº3 vuelve Acuña a los lápices.
Pues bien, vamos a dedicar la reseña a hacer un brutal halago de Daniel Acuña, murciano de nacimiento, de Águilas para más inri, y dibujante de Marvel top entre los tops, primera categoría superior.
En este nº 3 hace un despliegue total de sus habilidades en el apartado gráfico. La historia avanza y pega un gran salto (los dos primeros números fueron más de presentación/contextualización de la gran historia que tiene preparada Ta Nehisi), y nos trae ya a T’Challa con la memoria recuperada, y pudiendo por fin volver a Wakanda, a reencontrarse con su familia y con su esposa Ororo (Tormenta, de la Patrulla X).
Haciendo un breve repaso, nos encontramos con una Wakanda muy evolucionada (similar a lo que hemos visto en las películas del MCU), que hace tiempo envió unos exploradores al espacio, quienes fundaron un enorme Imperio galáctico, que ha discurrido por caminos propios y muy alejados de la Wakanda original: un Imperio que comprende miles de mundos, y que ahora asienta sus cimientos en la esclavitud con borrado de memoria de sus esclavos, muy avanzado tecnológicamente y en expansión colonizadora. T’Challa fue víctima, no sabemos cómo, de este borrado de memoria y esclavitud, y fue reecontrándose con sus orígenes y su destino uniéndose a la “Alianza rebelde”, con la cual ha conseguido poder volver a casa.
En este número deberá lidiar con el reencuentro con su familia, con lo que ha ocurrido en su nación en su ausencia, y con la enorme preocupación de la expansión de la Wakanda galáctica, cuyo terrible gobernante se encuentra además controlado por un simbionte.
Con todos estos ingredientes, vemos el desarrollo de la potencia de Acuña, en el diseño de personajes, naves espaciales, interiores, una explosión de poderes de la mejor Tormenta desatada (así debería ser siempre con los X-men, una auténtica diosa), peleas cuerpo a cuerpo, y, en fin, una narrativa vertiginosa o pausada según convenga al relato, y siempre bellísima.
Si nos fijamos un poco en cada ilustración, vemos el cuidado con el que se ha diseñado la anatomía de cada personaje, sus ropas, la habitación en la que se encuentran, los paisajes y ciudades de fondo, el diseño de cada vehículo que aparece…En fin, es un privilegio conocer de cerca obras como ésta, y sobre todo tener tan cerca al artista, quien esperamos pueda venir muy pronto a hablarnos de este número, y para poder verle firmar en directo.
¡Y así queden unidas Murcia y Wakanda por siempre!
