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Batman: Tres Jokers, de Geoff Jonsh y Jason Fabok



Ya tenemos aquí el recopilatorio de la primera parte de esta esperadísima historia, que cuenta con un dibujo superlativo.

Esto es lo primero que llama la atención, las ilustraciones de Jason Fabok, que uf, me han encantado.


Tenemos una historia extraña, sorprendente, en la que Batman debe hacer frente e investigar unos ataques del Joker, producidos de manera simultánea, y aparentemente todos cometidos por él de manera presencial. ¿Cómo es posible? ¿Acaso hay más de un Joker?


Junto con Batgirl y Red Hood (quien fuera Robin, Jason Todd), investigará los crímenes, mientras cada uno lucha contra sus propios demonios, todos creados por el Joker.

Recordemos que el Joker disparó y violó? A Bárbara dejándola paralítica, y pegó una paliza a Jason con una barra de hierro hasta matarlo (cómo resucitó y ha vuelto a estas páginas, es otra historia), así que son los más afectados por sus locuras, y quienes más difícil lo tendrán para controlar su ira y sus miedos. Y tanto o más el propio Batman, que se ha enfrentado al Joker en infinidad de ocasiones, viendo como hacía sufrir terriblemente a sus seres queridos, al margen de su psicopatía muchas veces incluso genocida.






El cómics juego con tres aspectos o personalidades del Joker, que clasifica en El humorista (el psicópata que asesinó a Jason , de La muerte en la familia, de Jim Starlin), El criminal (que hace utiliza el crimen contra los Gordon para contar el chiste en La Broma Asesina, de Alan Moore) y el Payaso (el showman maníaco que busca el espectáculo en el asesinato masivo en El hombre que ríe, de Ed Brubaker).



La idea de varios Jokers ya apareció en la propia Broma Asesina, donde se exploraban los distintos caracteres del personaje, e incluso la existencia de redención (imposible en este caso), y se ha tratado en muchas ocasiones en relación al origen del personaje y sus motivaciones (el cómico que no sabe hacer reír, el criminal Capucha Roja o el mafioso Jack Napier).


No conocer el origen, ni tampoco las motivaciones, es parte del propio personaje, como dejó claro El Caballero Oscuro de Christopher Nolan, y en mi opinión seguramente lo mejor (aunque Alan Moore no estaba de acuerdo), pero este cómic juega con todos los conceptos, y la verdad, estoy deseando saber cómo lo resuelve.

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